En las selvas del pasado, un majestuoso ser surcaba los cielos, desafiando la gravedad con sus impresionantes alas. Con una envergadura que podía alcanzar hasta cinco metros, este animal era un verdadero espectáculo. Su singular forma de cabeza, adornada con una cresta notable, lo diferenciaba de otros habitantes del aire.nnUn verdadero maestro del vuelo, este gigante de la prehistoria se alimentaba principalmente de frutas y pequeños animales. El Tapejara, como se le conoce, habitó en el período Cretácico y es uno de los pterosaurios más fascinantes, dejando huella en la historia de la vida en la Tierra.
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